Para invocar a los Arcángeles,
enciende una vela blanca o celeste,
relájate y respira lentamente,
mira la llama unos minutos, concéntrate
y elimina de tu mente todo pensamiento.
enciende una vela blanca o celeste,
relájate y respira lentamente,
mira la llama unos minutos, concéntrate
y elimina de tu mente todo pensamiento.